- Se mantienen las expectativas de una baja participación (51%) en el supuesto de Elecciones Generales.
- Se sitúa en seis puntos la distancia en intención de voto entre el PP (27,5%) y el PSOE (21,6%).
- Se mantiene o fortalece la presencia de los partidos pequeños, modificando profundamente el sistema de partidos.
- Sigue siendo bajo el nivel de aprobación de los líderes de los principales partidos: D. Mariano Rajoy (19,2%),
D. Alfredo Pérez Rubalcaba (13,2%), D. Cayo Lara (21,6%) y Dª Rosa Díez (31,4%).
La estimación de resultados a partir de la intención de voto manifestada por los ciudadanos en el supuesto de Elecciones Generales, a partir del último sondeo del servicio de Índices de opinión pública (IOP) de SIMPLE LÓGICA, partner de GALLUP en España, sigue poniendo de manifiesto que se modificaría profundamente el actual sistema de partidos existente en España y que la participación sería considerablemente más baja que en cualquiera de las convocatorias anteriores.
En el ámbito de la participación se observa que sólo algo más de la mitad de los ciudadanos con derecho a voto (51,0%) se lo otorgarían a alguna de las candidaturas electorales que se pudieran presentar.
La confirmación de la modificación del sistema de partidos se pone de manifiesto al observar cómo la suma de los porcentajes estimados de voto de los dos principales partidos de ámbito estatal no llegan al 50%, mientras que en la última convocatoria electoral entre los dos partidos habían conseguido más del 70% de los votos otorgados a todas las candidaturas.
Este descenso de los apoyos a los dos partidos mayoritarios tendría la contrapartida del incremento de los partidos hasta ahora minoritarios y particularmente de formaciones como IU y UPyD, siendo la suma de los porcentajes de voto estimado de ambos casi 15 puntos superior a la de los porcentajes que efectivamente obtuvieron estas dos candidaturas en noviembre de 2011.
La estimación de intención de voto de Simple Lógica otorga al Partido Popular el 27,5% de los votos a candidaturas. Con este dato se mantiene la trayectoria descendente del voto estimado para este partido, hasta ser ahora 17 puntos al que obtuvo en las últimas Elecciones Generales.
Por su parte, el porcentaje de voto estimado para el Par tido Socialista (21,6%) es también apreciablemente inferior al que obtuvo en la última convocatoria electoral, ya que es siete puntos inferior al que obtuvo entonces. El hecho de que el descenso sea menos acusado que en el caso del PP hace que la distancia entre ambas formaciones se reduzca en diez puntos.
La debilidad de los apoyos electorales de PP y PSOE se ponen especialmente de manifiesto en la baja tasa de fidelidad de voto para ambas formaciones, pues sólo algo más de uno de cada tres votantes de cada uno de estos dos partidos se muestra ahora dispuesto a seguir votándole.
En el caso del PP el porcentaje de quienes volverían a votarle es del 36,6%. Las principales transferencias de apoyos de este partido se producen hacia la abstención, representando un 35,5% de los votantes populares en 2011 los que ahora se muestran dispuestos a no votar a ningún partido. La siguiente pérdida de apoyos de este partido se produce en beneficio de UPyD, representando un 7,7% los antiguos votantes del PP que ahora optarían por la formación de Rosa Díez. Hay que señalar también la proporción de indecisos, quienes no informan de lo que harían en las hipotéticas elecciones, se sitúa en el 13,9%, porcentaje apreciablemente inferior al que se registra para el conjunto de la muestra.
En el caso del PSOE el porcentaje de quienes volverían a votar a este partido se sitúa en el 36,4%, perdiendo una parte importante de apoyos en beneficio de otras formaciones como IU (7,5%), otros partidos de izquierda (7,8%) y UPyD (6,0%). El porcentaje de quienes en el caso del Partido Socialista se muestran partidarios de no votar a ningún partido (20,6%) es claramente inferior al que se registraba a propósito del PP, mientras que es superior el de quienes no declaran cuál sería su comportamiento electoral (20,8%), aunque este porcentaje es muy similar al que se observa para el conjunto de la muestra.
La pérdida de votos de los dos grandes partidos se produce principalmente hacia la abstención, representando al menos uno de cada cinco votantes de cada uno de esos dos partidos los que ahora declaran que no votarían. La otra pérdida de votos se produce a favor de partidos con menor apoyo electoral. En este sentido hay que destacar cómo IU recibe el 9,5% de los votos que obtuvo el PSOE en 2011 y UPyD el 5% de quienes votaron al PP en esa ocasión. Es mínima y prácticamente irrelevante la transferencia de voto entre los dos partidos con mayor apoyo electoral.
La pérdida de votos de los dos grandes partidos beneficia a los minoritarios y especialmente, como se ha señalado, a IU y UPyD, produciendo un notable incremento de sus expectativas electorales con respecto al resultado que obtuvieron en 2011. Efectivamente, en el caso de estas dos formaciones la tasa de fidelidad de voto es notablemente superior a la que se registraba a propósito de los dos partidos mayoritarios, situándose por encima del 60%. Partiendo de esa base su crecimiento se sustenta especialmente de las transferencias ya señaladas de los partidos mayoritarios, pero también de las aportaciones de otras formaciones o de colectivos como anteriores abstencionistas o nuevos jóvenes electores.
El Índice de popularidad de los líderes de las principales formaciones políticas, y especialmente de los dos partidos hasta ahora mayoritarios, sigue situándose en unos niveles claramente bajos, según los resultados del mismo sondeo de SIMPLE LÓGICA, partner de Gallup en España.
Ninguno de los cuatro líderes llega a obtener la aprobación de su actuación por uno de cada tres ciudadanos. Es notable el descenso de la aprobación que se registra tanto para el Presidente del Gobierno como para el líder del principal partido de la oposición. Para el primero de ellos ese descenso es de 12 puntos con respecto a noviembre de 2011, mientras que en el caso del segundo ese descenso se eleva hasta los 17.
La baja valoración de la actuación de los líderes se refleja también en el menor respaldo que obtienen dentro de los propios votantes de sus formaciones políticas .
En el caso del Presidente del Gobierno entre los votantes del Partido Popular representan algo más de la mitad (52,2%) los que le dan su aprobación y es algo inferior el porcentaje de quienes valoran su actuación en términos de desaprobación (42,3%).
A propósito de D. Alfredo Pérez Rubalcaba la situación dentro de la base electoral de su partido es más desfavorable. Son menos de uno de cada tres los votantes socialistas (30,2%) l os que aprueban su actuación, frente a más de seis de cada diez (64,7%) que suponen los que la desaprueban.
En el caso de D. Cayo Lara, sin embargo, representan algo más de siete de cada diez (70,4%) los que aprueban su actuación, frente al 25,5% que suponen los que la desaprueban.
A propósito de Dª Rosa Díez el porcentaje de aprobación entre sus votantes es casi total, situándose en el 97,7%.