- Siguen siendo siete de cada diez ciudadanos (70,4%) los que declaran tener algún tipo de información sobre los alimentos transgénicos.
- Se incrementa más de diez puntos con respecto a hace siete años, entre quienes han oído hablar de este tipo de alimentos el porcentaje de quienes a la hora de la compra se fijan en si los alimentos son transgénicos (38,1%)…
- …y más de siete puntos el de los que evitan su consumo (54,9%).
Siguen representando siete de cada diez los ciudadanos que declaran tener alguna información o al menos haber oído hablar de los alimentos transgénicos, frente a algo menos de tres de cada diez que no tienen noticia de ellos, según los datos de encuesta del Índice de Opinión Pública (IOP) del instituto de investigación social, de mercado y opinión Simple Lógica.
El hecho de tener noticia sobre el tema de los alimentos transgénicos o modificados genéticamente aparece asociado al sexo, la edad y el nivel de estudios de los ciudadanos.
El porcentaje de quienes declaran tener algún tipo de información a propósito de los alimentos transgénicos sigue siendo significativamente superior entre los hombre (75,3%) que entre las mujeres (65,6%), siendo ambos porcentajes muy similares a los que se registraban hace siete años a este mismo propósito.
Atendiendo a la edad de los informantes, el dato más destacado lo constituye el bajo porcentaje de informantes que declaran haber oído sobre los alimentos transgénicos entre los mayores de 65 años (58,7%), a pesar de que este porcentaje es ahora cinco puntos superior al que se registraba hace siete años. En los demás grupos de edad las diferencias son muy reducidas, siendo en todos los casos los porcentajes registrados ligeramente superiores al señalado para el conjunto de la muestra.
Las diferencias de conocimiento aparecen, no obstante, especialmente vinculadas al nivel de estudios de los entrevistados. El porcentaje de quienes al menos han oído hablar de los alimentos transgénicos se incrementa a medida que lo hace el nivel de estudios de los entrevistados. Mientras que entre los que tienen estudios primarios o un nivel inferior de instrucción representan algo menos de la mitad (49,0%) los que declaran tener algún tipo de información sobre los alimentos transgénicos, entre los que tienen estudios secundarios ese porcentaje se sitúa en el 76,6% y entre los que tienen estudios universitarios en el 92,2%. Con respecto a 2008 se observa un descenso del porcentaje de quienes han oído hablar de los transgénicos entre quienes tienen menor nivel de estudios, en tanto que se eleva entre los que le tienen superior y especialmente entre los que tienen estudios universitarios.
Por comunidades autónomas, es de reseñar el significativamente inferior porcentaje que se registra de quienes al menos han oído hablar de los alimentos transgénicos en la de Andalucía (55,3%) con respecto a la que se registra para el conjunto de la muestra y, especialmente en relación a la que se da en Cataluña (79,2%), que es también apreciablemente superior a la que se observa en las demás comunidades.
Se incrementa apreciablemente con respecto a 2008 la proporción de quienes declaran que en el momento de la compra se fijan en si los alimentos son transgénicos.
En el colectivo de quienes declaran haber oído hablar de los alimentos transgénicos representan más de uno de cada tres (38,1%) los que manifiestan que se fijan en el momento de la compra en si los alimentos son o no transgénicos, siendo este porcentaje superior en más de diez puntos al que se registraba hace siete años.
A propósito de este aspecto no se observan diferencias significativas entre hombres y mujeres y atendiendo a la edad de los entrevistados sólo cabe señalar que entre los más jóvenes, los que tienen entre 18 y 24 años, el porcentaje de los que prestan atención en el momento de la compra a si los alimentos son o no transgénicos (26,9%) es significativamente inferior al que se registra entre los demás grupos de edad. Hay que señalar, no obstante, que ese porcentaje es algo más de ocho puntos superior al de quienes en 2008 declaraban el mismo comportamiento.
Nuevamente es el nivel de estudios la variable que parece más directamente asociada con las diferencias de comportamiento en cuanto a la comprobación en el momento de la compra en si los alimentos son transgénicos. El porcentaje de quienes hacen esa comprobación se sitúa en el 30,7% entre quienes tienen estudios primarios o inferiores, se eleva al 35,8% entre quienes tienen estudios secundarios llega a alcanzar el 45,4% entre los que tienen estudios universitarios.
Por comunidades, hay que señalar que el porcentaje de quienes comprueban si los alimentos que compran son transgénicos es apreciablemente inferior en comunidades como la Valenciana (34,5%), la de Andalucía (34,8%) o la de Cataluña (34,9%) con respecto a los que se registran en otras como la de Madrid (42,0%), Castilla y León (41,3%) o Galicia (41,1%).
Se incrementa apreciablemente el porcentaje de quienes declaran evitar el consumo de alimentos transgénicos, según los resultados de la misma encuesta de Simple Lógica.
Más de la mitad de quienes han recibido algún tipo de información sobre los alimentos transgénicos declaran evitar el consumo de este tipo de alimentos, siendo el porcentaje de quienes declaran este comportamiento (54,9%) superior en más de siete puntos al que se registraba hace siete años.
Tampoco en este punto llegan a ser significativas las diferencias de comportamiento declarado entre hombres y mujeres, pero sí se observan algunas dignas de mención atendiendo a la edad de los informantes. El porcentaje de quienes declaran evitar el consumo de transgénicos es significativamente inferior entre quienes tienen entre 18 y 24 años (33,6%) y significativamente superior entre los que tienen de 55 a 64 años (63,3%).
También es superior la resistencia al consumo de transgénicos a medida que se incrementa el nivel de estudios de los informantes. Mientras que entre quienes tienen estudios primarios o inferiores representan un 49,2% los que evitan el consumo de este tipo de productos, entre los que tienen estudios secundarios suponen el 56,1% y entre los que tienen estudios universitarios el 57,8%.
Por comunidades, es de destacar cómo en la Comunidad Valenciana el porcentaje de quienes evitan el consumo de transgénicos es significativamente inferior (45,2%) al que se registra en las demás y en el conjunto de España (54,9%).