Implantación de bombillas de bajo consumo (enero 2009)

Según los datos obtenidos el promedio de bombillas, focos o puntos de luz que hay en los domicilios españoles es de 18,0.

Este promedio asciende a 22,4 puntos de luz en el caso de los hogares habitados por ciudadanos de clase social media-alta o alta y a 23,3 en los de aquellos que tienen ingresos de más de 3.000 €, permanece prácticamente igual en los domicilios de ciudadanos de clase media (18,8) y desciende a 15,4 puntos de luz de media cuando se trata de hogares habitados por ciudadanos de clase social media-baja o baja y a 15,7 entre los que ingresan menos de 1.000 € al mes.

La media de bombillas, focos o lámparas de bajo consumo que tienen los domicilios de los ciudadanos es de 8,0. De forma evidente, esta media es mayor entre los hogares que más puntos de luz tienen, es decir, domicilios de ciudadanos de clase social media-alta o alta (10,1) o de más de 3.000 € de ingresos mensuales (11,3). Y menor entre los que menos puntos de luz tienen, hogares habitados por ciudadanos de clase social baja o media-baja (6,3) o de menos de 1.000 € de ingresos (6,7).

No obstante, Simple Lógica Investigación, S.A. para poder establecer la incidencia de estos y otros factores en la tendencia a sustituir las bombillas tradicionales por las de bajo consumo, ha calculado el Índice de Sustitución de Bombillas (ISB), que recoge el porcentaje que representan las bombillas de bajo consumo con respecto al total de puntos de luz en el hogar.

Según este índice hasta un 15,5% de los hogares no tiene ninguna de sus bombillas, focos o lámparas sustituidas por las de bajo consumo, uno de cada tres ciudadanos (33,2%) utiliza bombillas de bajo consumo en menos de la mitad de puntos de luz existentes en su hogar, el 25,5% afirma que al menos la mitad de las bombillas de su hogar son de bajo consumo y el 17,4% de los hogares tiene sustituidas al día de hoy la totalidad de sus puntos de luz con bombillas, focos y lámparas de bajo consumo.

No existen diferencias significativas entre los hogares que tienen todas sus bombillas sustituidas en razón de ingresos, clase social, tamaño de hábitat o CCAA. Sin embargo, el peso de los que no tienen aún ninguna bombilla de bajo consumo sí difiere entre los distintos estratos poblacionales en función de los ingresos. De este modo, en los hogares de aquellos que menos ingresos reciben (<1.000 €) el peso de los que no tienen ningún punto de luz con bombillas de bajo consumo es del 20,7%, mientras que entre los de los que ingresan más de 3.000 € ese porcentaje es del 2,1%.

De manera que podemos establecer una relación estadísticamente significativa entre el nivel de ingresos de los ciudadanos y los hogares en los que no se ha realizado aún ninguna sustitución, ya que a menos ingresos, más domicilios sin bombillas, focos o lámparas de bajo consumo. El coste inicial de este tipo de bombillas se perfila como la principal hipótesis para explicar la lentitud de la sustitución.

El porcentaje medio de bombillas de bajo consumo que hay en los hogares de los ciudadanos en el territorio nacional es del 44,4%.

No se dan diferencias significativas entre las distintas clases sociales, si bien es en los hogares de las clases sociales baja y media-baja en los que menor es el porcentaje de puntos de luz con bombillas de bajo consumo (40,9%).

En función de los ingresos, los domicilios de los que cobran más de 3.000 € son en los que más se acercan a la mitad de sus bombillas, focos y lámparas sustituidas por las de bajo consumo (48,5%). En el otro extremo, entre los de los que reciben ingresos por debajo de 1.000 €, se sitúa en el 42,7% la proporción de las bombillas sustituidas.

Tampoco se dan diferencias significativas en los promedios de los porcentajes en base al tamaño del hábitat, aunque los hogares con menos peso de bombillas de luz sustituidas son los ubicados en los dos extremos de la escala de tamaño de la población de residencia: municipios pequeños de hasta 10.000 habitantes (42,7%) y ciudades de más de 500.000 habitantes (38,2%). El hecho de sustituir las bombillas tiene mayor incidencia en las ciudades medianas.

En las principales Comunidades Autónomas por su tamaño poblacional presentan promedios muy similares al global en cuanto al porcentaje de bombillas sustituidas, excepto en Galicia, en donde ese promedio tan sólo llega al 28,7% de bombillas sustituidas, y por otro lado en Castilla y León, que es la única comunidad en la que el porcentaje de bombillas sustituidas llega a ser de la mitad (50,6%).

No existen diferencias significativas entre los hogares que tienen todas sus bombillas sustituidas en razón de ingresos, clase social, tamaño de hábitat o CCAA. Sin embargo, el peso de los que no tienen aún ninguna bombilla de bajo consumo sí difiere entre los distintos estratos poblacionales en función de los ingresos. De este modo, en los hogares de aquellos que menos ingresos reciben (<1.000 €) el peso de los que no tienen ningún punto de luz con bombillas de bajo consumo es del 20,7%, mientras que entre los de los que ingresan más de 3.000 € ese porcentaje es del 2,1%.

De manera que podemos establecer una relación estadísticamente significativa entre el nivel de ingresos de los ciudadanos y los hogares en los que no se ha realizado aún ninguna sustitución, ya que a menos ingresos, más domicilios sin bombillas, focos o lámparas de bajo consumo. El coste inicial de este tipo de bombillas se perfila como la principal hipótesis para explicar la lentitud de la sustitución.

El porcentaje medio de bombillas de bajo consumo que hay en los hogares de los ciudadanos en el territorio nacional es del 44,4%.

No se dan diferencias significativas entre las distintas clases sociales, si bien es en los hogares de las clases sociales baja y media-baja en los que menor es el porcentaje de puntos de luz con bombillas de bajo consumo (40,9%).
En función de los ingresos, los domicilios de los que cobran más de 3.000 € son en los que más se acercan a la mitad de sus bombillas, focos y lámparas sustituidas por las de bajo consumo (48,5%). En el otro extremo, entre los de los que reciben ingresos por debajo de 1.000 €, se sitúa en el 42,7% la proporción de las bombillas sustituidas.

Tampoco se dan diferencias significativas en los promedios de los porcentajes en base al tamaño del hábitat, aunque los hogares con menos peso de bombillas de luz sustituidas son los ubicados en los dos extremos de la escala de tamaño de la población de residencia: municipios pequeños de hasta 10.000 habitantes (42,7%) y ciudades de más de 500.000 habitantes (38,2%). El hecho de sustituir las bombillas tiene mayor incidencia en las ciudades medianas.

En las principales Comunidades Autónomas por su tamaño poblacional presentan promedios muy similares al global en cuanto al porcentaje de bombillas sustituidas, excepto en Galicia, en donde ese promedio tan sólo llega al 28,7% de bombillas sustituidas, y por otro lado en Castilla y León, que es la única comunidad en la que el porcentaje de bombillas sustituidas llega a ser de la mitad (50,6%).