In 2010
  • La mayoría de los ciudadanos (57,3%) considera que no es necesario retrasar la edad de jubilación para mantener el actual sistema de pensiones y alcanza un 82,1% quienes se muestran en contra del retraso de la edad de jubilación a los 67 años.
  • Siete de cada diez españoles (69,7%) se muestran partidarios de calcular la pensión teniendo en cuenta las cotizaciones de todos los años trabajados, en tanto que el 25,6% se inclina por el sistema actual de tener en cuenta sólo los últimos 15 años trabajados.

La mayoría de los ciudadanos consideran que no es necesario retrasar la edad de jubilación para que se pueda seguir manteniendo el actual sistema de pensiones según el último sondeo del servicio de Índices de Opinión Pública.

Algo menos de seis de cada diez españoles (57,3%) opinan que no es necesario el retraso de la jubilación para mantener el actual sistema de pensiones, frente a casi uno de cada tres (32,6%) que representan los que sí lo consideran necesario.

Apenas se observan diferencias significativas de opinión en función de variables como el sexo o la edad de los entrevistados, pero sí se observan atendiendo a las que reflejan el estatus de los informantes como son el nivel de estudios, de ingresos o la situación en lo que se refiere a la ocupación.

Puede decirse que a medida que se eleva el estatus social de los informantes se incrementa también la proporción de quienes consideran necesario retrasar la edad de jubilación, aunque en todos los estratos sigue siendo superior el porcentaje de quienes se oponen a ello.

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Efectivamente, mientras que la proporción de quienes manifiestan que es necesario retrasar la edad de jubilación es significativamente superior entre quienes tienen estudios universitarios (37,0%), quienes declaran tener ingresos superiores a los 2.000 euros (43,4%), los colectivos de empresarios, directivos y profesionales liberales (41,9%), así como entre los mandos intermedios y trabajadores no manuales (43,0%); por su parte el porcentaje de quienes creen que no es necesario ese retraso es significativamente superior entre quienes tienen estudios primarios completos o inferiores (63,2%), los que tienen ingresos no superiores a los 750 euros (63,3%) y los trabajadores manuales (68,0%) y parados (62,4%).

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Los resultados de la encuesta ponen de manifiesto un rechazo superior con respecto a la propuesta concreta de retrasar la edad de jubilación a los 67 años, situándose por encima de ocho de cada diez (82,1%) los que se manifiestan en contra, frente a menos de dos de cada diez (14,9%) que se pronuncian a favor.

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Las diferencias de opinión a propósito del retraso de la edad de jubilación a los 67 años siguen las tendencias que se han señalado a propósito del retraso de la edad de jubilación en general.

La proporción de quienes se declaran a favor de tal medida es significativamente superior entre quienes tienen estudios universitarios (20,6%) y el colectivo de empresarios, directivos y profesionales liberales (24,1%), mientras que la de quienes se muestran contrarios a esa medida es superior entre quienes tienen estudios primarios o inferiores (84,9%) y los trabajadores manuales (88,0%).

Con respecto a la posibilidad de un cambio en la base de cálculo de las pensiones son mayoría los que se muestran partidarios de que dicho cálculo se haga teniendo en cuenta las cotizaciones de todos los años trabajados, frente a quienes prefieren el modelo actual en el que el cálculo de la pensión tienen en cuenta los últimos quince años cotizados.

Representan casi siete de cada diez (69,7%) quienes consideran que el cálculo de las pensiones debe hacerse teniendo en cuenta la totalidad de las cotizaciones de los años trabajados, mientras que los que se inclinan por mantener que el cálculo sea sobre las cotizaciones de los últimos quince años representan uno de cada cuatro (25,6%).

La proporción de quienes están a favor de que el cálculo de la pensión se haga teniendo en cuenta las cotizaciones de toda la vida laboral es superior entre las mujeres (74,1%), quienes tienen entre 18 y 24 años (82,8%), quienes tienen estudios primarios o inferiores (73,3%), quienes tienen ingresos no superiores a los 750 euros (76,1%) y los trabajadores manuales (74,9%). Sin embargo, el porcentaje de quienes se pronuncian a favor del cálculo en base a las cotizaciones de los últimos años trabajados es significativamente superior entre los hombres (30,2%), quienes tienen entre 55 y 64 años (33,6%), los que tienen estudios universitarios (32,3%), los que tienen ingresos de más de 2.000 euros (35,1%) y el colectivo de empresarios directivos y profesionales liberales (33,3%).

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También se observa alguna diferencia relevante atendiendo a la orientación política de los informantes. En este sentido cabe apuntar que mientras entre quienes declaran haber votado al PSOE en las últimas Elecciones Generales los porcentajes de quienes se decantan por cada una de las dos opciones -24,7% por el cálculo en base a los últimos quince años y 70,4% por el que tienen en cuenta toda la vida laboral- son muy similares a los que se registran en el conjunto de la muestra, entre quienes manifiestan haber votado al PP es superior el porcentaje de los que prefieren que se mantenga la fórmula actual (31,3%) e inferior el de los que apoyan que se tenga en cuenta las cotizaciones de todos los años trabajados (64,1%).

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