- Se eleva la gravedad que los ciudadanos otorgan al problema de la corrupción. Casi ocho de cada diez (78,3%) consideran que es un problema muy grave.
- Algo menos de la mitad de los ciudadanos (46,4%) consideran que los españoles somos muy tolerantes en el día a día con la corrupción.
- Más de la mitad de los entrevistados aprueban la actuación frente a la corrupción de los cuerpos de seguridad (62,0%) y los medios de comunicación (54,1%), en tanto que desaprueban especialmente la actuación de los partidos políticos (89,0%) y el Gobierno central (88,4%).
Se incrementa notablemente la proporción de españoles que consideran que la corrupción en España es un problema muy grave.
El 61,0% de los ciudadanos manifiestan estar en contra de la participación de España en la guerra contra Isis que están llevando a cabo países como Francia, Rusia u otros occidentales, mientras que no llegan a suponer uno de cada tres (28,8%) los que se manifiestan a favor.
Representan casi ocho de cada diez los españoles que consideran que la corrupción en nuestro país es un problema muy grave (78,3%) y un 17,8% los que opinan que es un problema bastante grave. Suponen una minoría muy reducida los que otorgan a este problema menos importancia o ninguna.
Es importante el incremento de la sensibilidad de los ciudadanos con respecto a este problema. Así lo pone de manifiesto en incremento de más de 17 puntos el porcentaje de quienes ahora consideran muy grave este problema con respecto al de quienes tenían esa misma opinión hace algo más de dos años, en la primavera de 2012 (60,5%).
Se observan algunas diferencias de opinión atendiendo a la edad y el nivel de instrucción de los entrevistados. Así, el porcentaje de quienes considera muy grave el problema de la corrupción es significativamente superior entre los que tienen de 55 a 64 años (85,5%), especialmente con respecto a los más jóvenes, entre los que el porcentaje de los que señalan que es un problema muy grave se queda en el 71,3%.
Atendiendo al nivel de estudios de los informantes, se observa que mientras entre los que tienen estudios primarios o inferior nivel de instrucción suponen un 73,7% los que indican que es un problema muy grave, a medida que se eleva el nivel de estudios también se incrementa ese porcentaje hasta situarse en el 84,% entre los que tienen estudios universitarios.
También son relevantes las diferencias de sensibilidad que se registran a propósito de este problema en función de la orientación política de los informantes. En este sentido, hay que señalar cómo la proporción de quienes consideran muy grave el problema de la corrupción es significativamente superior entre quienes declaran su intención de votar a formaciones como Podemos (87,9%) e Izquierda Unida (88,0%), especialmente con respecto a la que se registra entre los que tienen intención de votar al Partido Popular (66,4%) y, aunque en menor medida, entre quienes se muestran dispuestos a votar al Partido Socialista (73,8%).
También se incrementa la proporción de ciudadanos que consideran que los españoles somos muy tolerantes con la corrupción en general y en el día a día, según se desprende de la misma encuesta de Simple Lógica desarrollada para realizar este IOP. No obstante, también hay que señalar que se incrementa la proporción de quienes opinan que no somos nada tolerantes, si bien en este caso el incremento es menor.
Efectivamente, representan casi la mitad de los entrevistados (46,4%) quienes consideran que los españoles somos muy tolerantes con respecto a la corrupción en el día a día, mientras que el 28,9% consideran que somos bastante tolerantes, el 12,8% algo tolerantes y el 9,9% nada tolerantes.
Con respecto a hace dos años, parece haberse producido una cierta polarización de las opiniones. Se ha incrementado tanto el porcentaje de los que consideran que los españoles somos muy tolerantes con la corrupción como el de los que opinan que no somos nada tolerante, aunque es mayor el incremento del primero (nueve puntos) que del segundo (casi cinco puntos).
La percepción de la tolerancia parece especialmente asociada a la orientación política de los informantes. El porcentaje de quienes consideran que los españoles somos muy tolerantes con respecto a este problema es significativamente superior entre los que tienen intención de votar al PSOE (51,2%) o Podemos (48,6%) que entre los que se muestran dispuestos a votar el PP (33,6%), en el supuesto de unas elecciones generales.
Sólo los cuerpos de seguridad y los medios de comunicación ven aprobada mayoritariamente su actuación frente a la corrupción, en tanto que es especialmente acusada la desaprobación que los ciudadanos manifiestan a propósito de la actuación frente a la corrupción por parte del Gobierno Central y de los partidos políticos.
Representan algo más de seis de cada diez (62,0%) los ciudadanos que aprueban la actuación de los cuerpos de seguridad frente a la corrupción y algo más de la mitad (54,1%) los que se manifiestan en el mismo sentido a propósito de la actuación de los medios de comunicación.
Sin embargo, a propósito de la actuación frente a la corrupción de todas las demás instancias o instituciones consideradas son mayoría los que se pronuncian en términos de desaprobación.
Esa desaprobación es especialmente acusada a propósito de la actuación de los partidos políticos y del Gobierno central, ya que representan casi nueve de cada diez los ciudadanos que desaprueban la actuación de esas dos instancias (89,0% y 88,4% respectivamente).
A continuación, las instancias cuya actuación recibe más desaprobación son: los gobiernos de las comunidades autónomas en que residen los entrevistados (79,4%), los sindicatos (79,0%) y las organizaciones empresariales (73,2%).
A propósito del poder judicial y de los gobiernos municipales, también son mayoría quienes desaprueban su actuación frente a la corrupción, aunque los porcentajes (58,2% y 63,5% respectivamente) son inferiores a los que se acaban de señalar.
