- Ligera mejoría de la situación financiera de los hogares al final del primer semestre: el 46,4% tienen los ingresos justos para llegar a fin de mes, el 37,9% pueden ahorrar algo y el 14,9% deben utilizar sus ahorros o endeudarse.
- Más de la mitad de los ciudadanos (57,3%) a final del semestre consideraban el momento malo o muy malo para ahorrar, mientras el 39,9% consideraban que era bueno o muy bueno.
- Las expectativas para el ahorro en los hogares son más bien desfavorables para el 53,9% de los ciudadanos y más bien favorables para el 44,6%.
Informe Interactivo IOP:
Situación financiera y ahorro en los hogares
Al finalizar la primera mitad del año siguen siendo algo menos de la mitad de los españoles los que declaran que en sus hogares tienen los ingresos justos para llegar a final de mes, algo más de uno de cada tres que les permiten ahorrar al menos algo y algo menos de dos de cada diez que esos ingresos no les son suficientes y deben utilizar sus ahorros o endeudarse, según se desprende de los resultados de la encuesta de los Índices de Opinión Pública (IOP) de Simple Lógica, realizada en el pasado mes de junio y cofinanciada por la Comisión Europea.
La proporción de quienes señalan a propósito de la situación financiera de su hogar que tienen los ingresos justos para llegar a final de mes se ha mantenido estable a lo largo del semestre con ligeras variaciones que prácticamente no llegan a ser significativas. Por su parte, sí se observa un mínimo incremento en el mes de junio del porcentaje de quienes señalan que en sus hogares han podido ahorrar al menos algo y, correspondiéndose con ese incremento, se aprecia también un ligero descenso en el porcentaje de quienes declaran que en sus hogares tienen que utilizar sus ahorros o endeudarse.
Las diferencias de situación aparecen asociadas a variables como el sexo, la edad o el nivel de estudios, pero especialmente al nivel de ingresos del hogar.
Es clara la asociación existente de la situación financiera y el nivel de ingresos de los hogares. Baste observar cómo entre los hogares con ingresos que no superan los 1.000 euros se elevan los porcentajes de los que declaran tener los ingresos justos para llegar a final de mes (60,1%) y el de los que señalan tener que utilizar sus ahorros o endeudarse (26,9%), mientras que sólo el 12,3% declaran poder ahorrar algo. Sin embargo en el colectivo de los que declaran tener unos ingresos en el hogar superiores a los 2.500 suponen casi siete de cada diez (68,4%) los que manifiestan ahorrar al menos algo frente al apenas 6,0% que manifiestan tener que utilizar sus ahorros o endeudarse.
Atendiendo al nivel de estudios de los informantes las diferencias y la asociación de la situación financiera de los hogares también son claras. En este sentido, cabe señalar que mientras entre los que tienen estudios primarios o inferiores representan un 62,7% los que declaran que en sus hogares tienen los ingresos justos para llegar a final de mes, un 17,7 los que tienen que utilizar sus ahorros o endeudarse y un 18,5% los que pueden ahorrar al menos algo, entre los que tienen estudios universitarios esos porcentajes son respectivamente del 32,9%, 11,4% y 54,8%.
También parecen percibir una situación financiera en sus hogares más favorable los hombres que las mujeres. Entre ellos representan un 42,0% los que manifiestan que en sus hogares pueden ahorrar al menos algo, mientras que entre ellas ese porcentaje es casi ocho puntos inferior (34,1%).
La encuesta de Simple Lógica también muestra que la mayoría de los ciudadanos consideran, al final del primer semestre de 2018, que el momento es malo o muy malo para ahorrar, aunque esa proporción es ligeramente inferior a la de los meses precedentes.
Suponen un 57,3% los ciudadanos que, teniendo en cuenta la situación económica general, al finalizar el semestre consideraban el momento malo o muy malo para ahorrar, siendo ese porcentaje entre tres y cinco puntos inferior al que se registraba en los meses precedentes. Por su parte, no llegaban a representar cuatro de cada diez (39,9%) los que consideraban que era bueno o muy bueno para tal fin, siendo ese porcentaje, no obstante, entre tres y cuatro puntos superior a los que se registraban en los tres meses anteriores y muy similar al del primer mes del año.
Son claras las diferencias de opinión en este punto atendiendo al nivel de ingresos de los hogares y también al sexo, la edad y el nivel de estudios.
Mientras entre los que declaran tener unos ingresos en el hogar de 1.000 euros o inferiores es claramente mayoritario el porcentaje de quienes consideran el momento malo o muy malo para ahorrar (70,8%), ese porcentaje desciende a medida que se incrementa el volumen de ingresos hasta quedarse en el 40,5% entre los miembros de hogares con más de 2.500 euros de ingresos mensuales.
Atendiendo al sexo de los informantes se observa que la percepción es claramente menos optimista entre las mujeres. Entre ellas representan un 34,1% las que consideran bueno el momento para ahorrar y un 62,8% las que lo consideran malo, siendo esos porcentajes notablemente diferentes de los que se registran entre los hombres, que son respectivamente del 46,0% y 51,4%.
La percepción de la idoneidad del momento para ahorrar también aparece claramente asociado a la edad de los informantes, observándose que a medida que se eleva la edad lo hace también el pesimismo a este propósito. Mientras entre los individuos de 16 a 24 años representan más de siete de cada diez (72,4%), entre los mayores de 65 ese porcentaje es de sólo el 26,6% y mientras entre éstos suponen un 68,1% los que consideran malo el momento para ahorrar, entre aquellos el porcentaje es de sólo el 27,2%.
De forma similar, la percepción de la idoneidad del momento para ahorrar también aparece asociada al nivel de estudios de los informantes. Mientras que entre quienes tienen estudios hasta primarios representan un 25,9% y un 69,8% los que lo consideran malo, entre los que tienen estudios universitarios esos porcentajes son respectivamente del 47,3% y del 50,1%.
Algo más de la mitad de los ciudadanos los que consideran que probablemente no puedan ahorrar en el nuevo año o que no tendrán ninguna probabilidad de hacerlo, según se desprende de los resultados de la misma encuesta de los Índices de Opinión Pública (IOP) de Simple Lógica.
El 53,9% de los ciudadanos consideran probable que en los próximos doce meses no podrán ahorrar, frente a un 44,6% que consideran probable en alguna medida que sí lo puedan hacer. En los meses centrales del semestre esa previsión era algo menos favorable.
En función del nivel de ingresos declarados del hogar, se observa que mientras entre los que dicen tener unos ingresos de hasta 1.000 euros representan un 25,7% los que creen que es probable o muy probable que puedan ahorrar en el nuevo año y un 73,3% los que indican que probablemente o con seguridad no podrán hacerlo, entre los que declaran unos ingresos del hogar superiores a los 2.500 euros esos porcentajes casi se invierten y son respectivamente del 68,0% y del 31,7%.
Analizando los resultados en función del sexo de los informantes, se observa unas expectativas más favorables entre los hombres que entre las mujeres. Entre ellos representan prácticamente la mitad (51,0%) los que manifiestan que en los próximos doce meses probablemente no puedan ahorrar o que no tienen ninguna probabilidad de hacerlo, entre ellas ese porcentaje es más de seis puntos superior y se sitúa en el 56,7%.
También es clara la diferencia de opinión atendiendo a la edad, incrementándose la probabilidad de no ahorrar a medida que lo hacen los años de los informantes. Mientras entre los más jóvenes suponen el 28,4% los que manifiestan que probablemente no podrán ahorrar en los próximos doce meses y un 70,6% los que piensan que probablemente sí podrán hacerlo, esos porcentajes cambian a medida que se incrementa la edad hasta situarse entre los mayores de 65 años respectivamente en el 68,2% y el 28,5%.
También se observa que la previsión de la probabilidad de ahorrar se incrementa a medida que desciende el nivel de estudios de los entrevistados. Mientras entre los que tienen estudios universitarios suponen un 56,0% los que prevén que probablemente o con seguridad podrán ahorrar, entre los que tienen estudios primarios o inferiores ese porcentaje es de sólo el 28,5%.
